ACTO HUMANO: Son aquellas acciones internas y externas en las que el hombre actúa por su voluntad, a propuesta del entendimiento y previa la deliberación anterior.
REQUISITOS DEL ACTO HUMANO.
a. Conocimiento: Es el elemento imprescindible, porque no se puede querer algo si antes no se conoce, y tampoco podemos querer algo libremente si no somos conscientes de ello. Este conocimiento incluye:
-. Advertencia: atención de la mente al acto.
-. Deliberación: valoración sobre la conveniencia o inconveniencia del acto.
-. Imperio: la determinación al querer.
No basta cualquier conocimiento para que haya un acto humano; pero no se requiere un conocimiento tan completo y exhaustivo que apenas podría darse en la práctica. Puede decirse que, en general, para que haya un acto humano es necesario y suficiente con que el sujeto tenga advertencia del acto que va a realizar y de su conveniencia o inconveniencia: así el sujeto puede ser dueño de ese acto.
b. Voluntad: Santo Tomás define al acto voluntario como "el que procede de un principio intrínseco con conocimiento del fin". Para que el acto se considere voluntario, es necesario:
a) Que procede de nuestra voluntad a manera de efecto.
b) que el efecto o resultado de nuestra voluntad haya sido, al menos en su causa, previsto por el entendimiento, previamente a ser realizado por la voluntad.
Son también voluntarios los efectos o resultados de las acciones y hasta de las omisiones, con tal que se hubieran previsto y fuera obligación de evitarlo.
c. Libertad: Es característica esencial de los seres inteligentes y, por tanto, de su actividad. Sin ella, el obrar humano se queda a un nivel puramente animal. Sin libertad no puede haber vida moral porque, para obrar moralmente, no basta con saber distinguir entre el bien y el mal, se necesita también tener posibilidad de autodeterminarse con dominio del acto. Sólo de esta manera se puede ser responsable y, por tanto, capaz de mérito o culpa, de premio o castigo.
REQUISITOS DEL ACTO HUMANO.
a. Conocimiento: Es el elemento imprescindible, porque no se puede querer algo si antes no se conoce, y tampoco podemos querer algo libremente si no somos conscientes de ello. Este conocimiento incluye:
-. Advertencia: atención de la mente al acto.
-. Deliberación: valoración sobre la conveniencia o inconveniencia del acto.
-. Imperio: la determinación al querer.
No basta cualquier conocimiento para que haya un acto humano; pero no se requiere un conocimiento tan completo y exhaustivo que apenas podría darse en la práctica. Puede decirse que, en general, para que haya un acto humano es necesario y suficiente con que el sujeto tenga advertencia del acto que va a realizar y de su conveniencia o inconveniencia: así el sujeto puede ser dueño de ese acto.
b. Voluntad: Santo Tomás define al acto voluntario como "el que procede de un principio intrínseco con conocimiento del fin". Para que el acto se considere voluntario, es necesario:
a) Que procede de nuestra voluntad a manera de efecto.
b) que el efecto o resultado de nuestra voluntad haya sido, al menos en su causa, previsto por el entendimiento, previamente a ser realizado por la voluntad.
Son también voluntarios los efectos o resultados de las acciones y hasta de las omisiones, con tal que se hubieran previsto y fuera obligación de evitarlo.
c. Libertad: Es característica esencial de los seres inteligentes y, por tanto, de su actividad. Sin ella, el obrar humano se queda a un nivel puramente animal. Sin libertad no puede haber vida moral porque, para obrar moralmente, no basta con saber distinguir entre el bien y el mal, se necesita también tener posibilidad de autodeterminarse con dominio del acto. Sólo de esta manera se puede ser responsable y, por tanto, capaz de mérito o culpa, de premio o castigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario